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Este 31 de mayo, Día Internacional del Diseño de Interiores, quisimos parar un segundo y mirar hacia atrás.
No es algo que hacemos muy seguido. Pero esta vez lo sentimos necesario.
Porque cuando recordamos cómo empezó todo, nos damos cuenta de que ese primer impulso fue más que una idea: fue el moodboard de una vida que todavía no sabíamos que estábamos diseñando.
Nos conocimos trabajando en una empresa, además de nuestra amistad, había algo que nos unía desde el principio: el amor por el diseño, por los espacios, y las ganas profundas de crear algo propio. Y un día lo hicimos.
Fue en el 2020 cuando lanzamos nuestro primer curso presencial. Fue una propuesta simple, sin grandes expectativas. Pensábamos: “con que vengan cinco personas, ya estamos”. Lo que no sabíamos era que estábamos dando el primer paso de algo mucho más grande.
El curso se llenó. Después vino otra edición. Y otra. Lo que parecía una experiencia puntual se convirtió, sin darnos cuenta, en un proyecto educativo en expansión.
Así nació Idílica: como un estudio, como una academia, y como un espacio para compartir lo que más nos apasiona.
Desde el inicio supimos que no queríamos “dar clases”: Queríamos formar, acompañar, inspirar desde la experiencia real. Enseñar cómo entendemos el diseño: con sensibilidad, con propósito y con conciencia del impacto que tiene en la vida de las personas.
Porque sí, diseñar es transformar. Pero enseñar también.
Cada alumno que nos elige, cada proyecto que guiamos, nos cambia. Nos enseña. Nos confirma que cuando lo que hacés te representa, se nota. Te mueve. Te transforma.
Hoy, Idílica es una comunidad viva. Una red enorme de personas que encuentran en el diseño una forma de crear desde lo auténtico.
Brindamos cursos, diplomaturas y carreras con certificación universitaria. Pero, sobre todo, brindamos un espacio en el que acompañamos a cada estudiante a diseñar su propio camino.
Y si algo aprendimos en este recorrido es que no hay fórmulas, ni timing perfecto. Solo hay decisiones que lo cambian todo.
La nuestra fue animarnos.
Celebramos a quienes ya están en el camino, a quienes recién empiezan y a quienes sueñan con diseñar su propio futuro.